sábado, 26 de marzo de 2011

Reseña: "EL ASCO" de Grant Morrison

“Bajo las cosas, por las cañerías de la existencia, donde van los residuos"
"La Raja lo atraviesa todo. Y a todos"
“Dímelo puedo soportarlo. ¿Estoy en el futuro? ¿O en la realidad virtual? ¿Estoy en un sanatorio haciéndome una paja delante de mi familia?”


Paranoia enferma cubierta de irrealidad, organizaciones y universos secretos, creaciones y lógicas aparentemente pervertidas que juegan  constantemente con la mente del lector, enfermizas y mareantes imágenes que perturban pero a la vez advierten de un mensaje más profundo que la simple provocación, así es el asco de Grant Morrison, así es la obra del maestro escocés quien no escatima en mostrarnos el horror insano que puede esconder su imaginación.


Grant Morrison más conocido en la actualidad por ser el hombre que asesino al hombre murciélago y que luego lo devolvería  la vida, crea aquí una de sus obras más personales y bizarras. Comic, extraño y perturbador como los que hay, constituye una importante referencia para entender la obra y el trabajo de uno de los escritores más reconocidos en al actual fandom comiquero. Nacido en Escocia un 31 de enero de 1960, Grant Morrison se haría célebre en 1989 cuando publicaría Arkham Asylum, obra fundamental en la mitología del murciélago y considerada por algunos como una de las mejores novelas graficas de la historia. Desde entonces se ha dedicado a reinventar, así como inyectarles nuevos aires a muchos de los más relevantes personajes del comic norteamericano, ejemplo de ello  esta su traspaso por marvel con new x-men o en DC con Animal Man y Doom Patrol. Actualmente sigue trabajando para la DC donde se ha dedicado a remover por completo los cimientos de BATMAN, a quien ya dio por muerto, pero que acaba de resucitar hace pocos meses. Morrison es un autor prolífico y controvertido que no deja a nadie indiferente, prueba de ello es EL ASCO.

Greg Feely y Ned Slade  cara a cara
Publicada en 2002 el asco relata la historia de Greg Feely y Ned Slade ambos la misma persona, dos entidades al parecer paralelas e irreconciliables pero que deben sobrevivir a  una existencia descabellada que pone a prueba  la cordura de nuestro protagonista. Porque Greg Feely es en realidad Ned Slade, Feely es entonces solo una fachada, una conveniente mascara, pero también la cómoda y aburrida vida que Slade se ha construido para sí mismo y de la cual no quisiera desprenderse tan fácilmente.  

El asco no es una obra sencilla, sus lectores deben soportar constantes referencias  existenciales  difíciles de captar a primera vista, las viñetas están repletas de figuras o personajes imposibles, así como de momentos desconcertantes que te dejan desubicado en mas de una oportunidad, la perturbación es recurrente y la sensación de vacío, caos y nausea puede ser común en algunos pasajes. Aun así la provocación no es gratuita, la incomodidad que puedes sentir es trabajada cuidosamente a partir de profundas  reflexiones, los pasajes surrealistas y morbosos son solo un método con el cual se alcanza la inmensa metáfora que encierra la obra del escoses.

No existe una definición clara para este comic, no hay un mensaje predeterminado, el lector encuentra tantas interpretaciones como estados de ánimo pueda tener. La manera opresiva, patética y asfixiante  como es descrita la vida  de Feely en las primeras páginas parece desprender la típica idea de la realidad prefabricada y constantemente monitoreada, la cual ya hemos visto en el cine, el comic o la televisión (con The Matrix como su más recurrente ejemplo) La idea de una realidad ficticia y controlada por seres más allá de todo conocimiento, así como la del hombre que despierta de su “sueño” para descubrirse como un ser por completo opuesto al que podría concebir,  también ha sido retratada con suficiente regularidad. 


"- Hazte la idea que te han barrido bajo la acera de todo lo que conocías hasta ahora. Nada más.
 – Vale. ¿Cuán hondo bajo la acera?"
 

Pero aquí las la impresión y las fibras a tocar son otras. Por supuesto que también encontramos las obvias reflexiones que se pueden dar en este tipo de historias, aunque esta vez reflejadas de una manera violenta y convulsiva: ¿acaso nosotros también estamos controlados por personas o establecimientos ajenos a nuestras vidas? ¿La realidad se construye a cada paso que damos, o ya está delimitada, tal vez  no por aquellas sociedades secretas que habla el comic, pero si por instituciones más sencillas que damos por inofensivas: familia, comunidad y amigos?  Pero el Asco no se detiene en este punto. ¿El “despertar” es algo tan estimable?, ¿en verdad vale la pena todo aquel sacrificio? ¿Vivir con los ojos abiertos vale ese sufrimiento? Lo sé, parece una pregunta cobarde, pero, ¿En verdad aquella felicidad y tediosa alegría que podemos sentir producto de nuestra rutina, es tan maligna o despreciable? Advierto no he tirado la toalla ni me he convertido en un patético conformista, pero esta obra puede ponerte a prueba.

Sus influencias más obvias parecen centrarse en la obra de Philip K. Dick quien es ya dueño de millares de historias donde la realidad se retuerce y se redefine a cada paso y golpe de efecto, también resultan claras las referencias a William  Burroughs  y sus escandalosos y aparentemente descabellados relatos donde la lógica no es una herramienta recurrente, David Cronenberg también hace presencia con su preocupación constante frente a la carne, el sexo y la violencia. Por otro lado la psicodelia y confecciones oníricas de series sesenteras como the prisioner también marcan una pauta en todo el comic.

La paranoia, el color, la confusión.

Tal vez un único punto oscuro: las tramas y argumentos son tantos que la confusión es recurrente: Modernidad, drogas, sexo, experimentos genéticos, lo indescifrable e incoherente que puede parecer la realidad, todos las tramas se atropellan en el asco y quebrantan la poca coherencia que podamos hallarle, así parece que lo decidió su autor desde un principio.

¿Qué es real, que es cierto?, ¿Qué es la lógica?, ¿Acaso nos encontramos auto contenidos en un único universo o pertenecemos a un macrocosmos indefinido?, ¿Qué es locura?, ¿Cuántos “escenarios” habitamos?, ¿Lo que escribo tiene algún sentido? Todas y muchas más preguntas podrán hacerse luego de leído EL ASCO. 

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